Hacía buen tiempo que no venía a Lima y había mucha expectativa
por verla sobre el escenario. Y Gladys Vila no defraudó, por el contrario, nos
presentó un show de primera al puro estilo de los grandes espectáculos, donde
nos faltaron las cargadas, acrobacias por parte de los bailarines y, para
cerrar con broche de oro, 4 salaqueros que contagiaron de Salay el recinto del
Complejo Santa Rosa.
Fue una noche, como la misma Gladys Vila señaló, de reencuentros.
“No creo que sepan lo feliz que estoy de poder estar nuevamente frente a ustedes.
Quiero que lo pasen de maravillas, que canten, bailen y disfruten con todo lo
que les tenemos preparado para el día de hoy”, señaló mientras era levantada en
hombros por sus dos bailarines.
La fiesta había empezado y no era un show tradicional, sino, un espectáculo en todo el sentido de la palabra. Así, mientras se paseaba en hombros por el escenario, empezaron a sonar cada una de las canciones que la llevaron a convertirse en una de las favoritas del folclore sureño.
En esta parte es bueno destacar el trabajo de Imanol Beltrán,
bailarín y amigo incondicional de Gladys, quien es, sin duda alguna, el responsable
de todo lo que pasa en el escenario, coreográficamente hablando, quien además
contó con el apoyo de Junior, el nuevo bailarín de la destronadora del Sur.
Casi al final de su presentación, cuando ya todos creían que lo habían visto todo, la llama de la alegría se prendió nuevamente y esta vez con la presencia del ballet de Salay que trajo la cantante, directamente del sur peruano, con los que elevó la temperatura de la noche y los que pagaron pato fueron las zapatillas con tanto za za zapateadito.
Las dos parejas de baile, que en el mundo del Salay con
conocidos como Salaqueros, hicieron gala de su talento a lo largo de más de 15
minutos que duró el Mix Salay de Gladys Vila, que incluía una serie de éxitos
que en la voz de la cantante natural de pichanaki tenían un sabor especial que
invitaba a que tu cuerpo se moviera solito.
Fue una noche especial, una noche llena de sorpresas y novedades, pero siempre con la calidad interpretativa que hizo de Gladys Vila una de las figuras preponderantes en la escena musical del huayno con teclado… y, creemos, tiene aún mucho que ofrecer. Y cerramos la noche con su grito de batalla: “Yo soyyyyyy. Gladys Vilaaaaaaaaa”.
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